Author: Gabriel Argüelles

El efecto invernadero: una pequeña revisión de los fenómenos físicos y químicos implicados

El efecto invernadero: una pequeña revisión de los fenómenos físicos y químicos implicados

La atmósfera, junto con la energía del sol y la abundancia de agua, es una de las características que permiten la existencia de la vida en la Tierra. Ésta, además de servir como un escudo que refleja la radiación de alta energía que llega al planeta, es responsable de mantener una temperatura uniforme y moderada en su superficie[1]. Ésto es posible gracias a los gases de efecto invernadero (GEI), moléculas de agua (H2O), dióxido de carbono (CO2), ozono (O3), metano (CH4) y compuestos clorofluorocarburos (CFC) que atrapan a la radiación infrarroja que abandona la Tierra de un modo parecido al de los cristales de los invernaderos, virtud por la cual a este proceso se le llama “efecto invernadero” [2]. Sin éste, el planeta dependería únicamente del 48% de la energía que absorbe durante el día, la cual, ante el rápido enfriamiento del planeta, sería apenas suficiente para mantener una temperatura de -19 oC, impidiendo así la manutención de la temperatura atmosférica durante la noche [3].