En 1867, William Thomson (Lord Kelvin) propuso la teoría de que los átomos estaban compuestos por vórtices de éter que formaban nudos. Kelvin mencionaba que diferentes configuraciones de nudos correspondían a cada átomo de cada elemento. Mientras la teoría de Kelvin tomaba popularidad, Peter Guthrie Tait, quien trabajaba con Kelvin en ese tiempo, se dio a la tarea de investigar y enlistar los diferentes tipos de nudos que existen. Tait logró enlistar todos los nudos hasta aquellos que tienen 7 cruces y, después de que la teoría de Kelvin fuera eventualmente rechazada, los descubrimientos de Tait sirvieron como las bases para lo que ahora se conoce como teoría de nudos.