Vida más allá de la Tierra: Europa, Encélado y Titán como posibles entornos habitables del Sistema Solar
La Tierra es el único lugar en el universo en el que se conoce que existe la vida. Sin embargo, esto no ha detenido a los científicos de preguntarse si esta podría existir en otros cuerpos celestes, incluso algunos tan cercanos como los de nuestro propio Sistema Solar. Si bien se suele pensar en exoplanetas lejanos o en galaxias distantes cuando se imagina a la vida extraterrestre, la realidad es que existen satélites naturales que son incluso tan aptos como la Tierra para albergar vida. Los avances tecnológicos han permitido la exploración espacial hacia cuerpos más alejados que nuestra luna, a través de misiones como la sonda Juno o la sonda Cassini. Para ponerlo en perspectiva, de acuerdo con MacKenzie et al. (2022), Cassini ha revelado que la luna de Saturno, Encélado, alberga un océano debajo de su superficie congelada, el cual cumple con los criterios aceptados para ser habitable. Esto introduce un área de estudios completamente nuevo para la ciencia, y da paso al desarrollo de la astrobiología, rama de la astronomía que se encarga de estudiar a la posibilidad de vida en el universo.
El presente texto tiene como objetivo traer atención hacia tres de estos satélites que se encuentran en nuestro Sistema Solar: Titán, Encélado (lunas de Saturno) y Europa (luna de Júpiter), y responder a la pregunta de qué evidencias científicas respaldan la posibilidad de que Encélado, Europa y Titán pueden albergar vida, y qué misiones los han estudiado hasta ahora, con el fin de llegar a más personas y compartir los descubrimientos hechos hasta la fecha sobre estos cuerpos celestes.
Europa
De acuerdo con NASA (2023) ,” Hay pocos lugares en nuestro sistema solar donde los científicos creen que podría ser posible encontrar vida más allá de la Tierra. La luna de Júpiter Europa es uno de esos lugares”. Y es que Europa posee un océano debajo de su superficie congelada. Además, Europa posee una segunda reserva de agua posada en el hielo y más cercana a la superficie activa (Coelho et al., 2022). El hecho de que el océano debajo del suelo se mantenga en forma líquida se debe a las mareas ocasionadas por la inmensa atracción gravitacional de Júpiter sobre Europa, esto hace a Europa un candidato formidable para contener vida microbiana.” Dado que hay muchas criaturas diminutas que viven en entornos de aguas con ambientes extremos en la Tierra, es posible que este tipo de vida también exista en Europa”
(NASA, 2023).
Si bien el hecho de contener un océano es prometedor para cualquier cuerpo celeste diferente de la Tierra, esto no asegura que sea capaz de albergar vida. Es posible para un cuerpo celeste que cuenta con un océano o una superficie acuática no cumplir con los requerimientos necesarios para albergar vida. Elementos geológicos y químicos juegan un papel importante en la formación y el desarrollo de la vida. Afortunadamente, Europa cuenta con ciertos factores químicos que aumentan las probabilidades de encontrar vida. Según Pappalardo et al. (2024) , ciertas condiciones en Europa, tales como fracturas en la capa de hielo, así como interacciones entre el agua y las rocas del fondo del océano podrían permitir que ciertos agentes oxidantes y reductores se mezclen durante periodos prolongados de tiempo, y, en consecuencia, permitir la existencia de vida microbiana. Sin embargo, otros estudios sugieren que dichas interacciones podrían ser, de hecho, los factores limitantes al surgimiento de la vida microbiana.
A raíz de estos debates, en octubre de 2024 se lanzó la misión Europa Clipper. Esta tiene como objetivo enviar una sonda para estudiar de cerca a Europa, con el fin de aclarar algunas de las interrogantes acerca de esta luna, así como crear una comparativa sobre los otros cuerpos celestes en nuestro Sistema Solar que también se cree que son capaces de albergar vida.
Titán
“Titán, el mayor satélite de Saturno y el segundo más grande del sistema solar después de Ganímedes, es algo más que un satélite” (Lara, 2019) . Titán pertenece al grupo de los denominados mundos oceánicos, es decir, que poseen un cuerpo de agua que rodea a todo el satélite (Lunine, 2017). Al igual que en Europa, este océano se encuentra sumergido bajo una capa de hielo. Desafortunadamente, el océano de Titán es el que está más lejos de la superficie (aproximadamente entre 50 a 100km de profundidad), y no existen evidencias que sugieran actividad volcánica de hielo o algo por el estilo (Lunine, 2017), y, por desgracia, tampoco se conoce mucho sobre este océano.
Por otro lado, estudios más detallados se han centrado en la salinidad del agua océanica. De acuerdo con Lunine (2017), se cree que la gravedad y la topografía de Titán podrían ocasionar que el agua de la superficie tenga una densidad ligeramente más alta que la del agua líquida pura, lo que sugiere que podría ser rica en sales.
A pesar de esto, Titán posee la atmósfera más prometedora de los tres satélites, pues estudios han concluido que la atmósfera de Titán alberga una química orgánica compleja y superior a las otras dos lunas. En palabras de Coustenis (2016) ,” [Titán] posee una atmósfera substancial, la más similar a nuestro planeta entre otros objetos en nuestro Sistema Solar, pues está conformada principalmente de nitrógeno (N2), con algunos rastros de metano e hidrógeno”. Adicionalmente, Coustenis también comenta que el noventa por ciento de la energía en la superficie de Titán se conserva gracias al efecto invernadero causado por el nitrógeno, metano e hidrógeno.
Aún más interesante, Titán es el único mundo en el Sistema Solar que posee un ”anti-efecto” invernadero, que permite el paso de la luz, pero no el de los infrarrojos, el cual es causado por las capas de neblina que se forman en la atmósfera.
En 1997 la NASA lanzó a la sonda Cassini-Hyugens con el objetivo de estudiar a Saturno y sus satélites naturales. Si bien la sonda centró sus investigaciones en Saturno, gran parte de la información que se conoce hoy en día sobre Titán se obtuvo gracias a esta misión.
Actualmente se encuentra en desarrollo la misión “Dragonfly”, que pretende enviar una aeronave con rotores para explorar a Titán aprovechando a la atmósfera rica en nitrógeno para navegarlo como si de un dron se tratara. La aeronave estará equipada con instrumentación que ayudará a estudiar al estudio de la astrobiología, así como equipo capaz de investigar las propiedades de la atmósfera y la superficie; y, lo más relevante, estudiará reservas líquidas y áreas donde el agua y materiales orgánicos complejos existieron juntos alguna vez, los cuales son clave para la posible aparición de vida (NASA, s.f).
Encélado
Por último, tenemos a otra luna de Saturno, Encélado, la cual es incluso aún más prometedora para albergar vida que su compañera Titán. Al igual que los otros dos satélites, Encélado posee un océano debajo de su superficie congelada. A diferencia de su contraparte saturniana, los océanos de Encélado no se encuentran tan por debajo de la superficie, lo que haría su investigación y eventual exploración más sencilla de realizar. Además, la sonda Cassini en 2005 detectó penachos de vapor de agua y hielo saliendo de su polo sur. En palabras de Choi (2025) :
Cuando la nave espacial Cassini llegó por primera vez a Saturno en 2004, los científicos esperaban que Encélado fuera una bola de hielo helado. Pero al año siguiente detectaron penachos de vapor de agua y partículas heladas que brotaban de géiseres en la superficie, revelando la existencia de un océano global entre la capa helada de la luna y su núcleo rocoso.
Estas detecciones permitieron el estudio del océano de Encélado sin necesidad de penetrar sobre la superficie congelada. Posteriormente, de acuerdo con Neveu et al. (2020), espectrometrías de masa revelaron la composición de los penachos de vapor. Estas sugieren que estos penachos se originan en un sub-océano que está en contacto directo con el núcleo de Encélado. Estos penachos contienen moléculas orgánicas de carbono como el CO2 y CH4, y moléculas a base de nitrógeno como el NH3 y el HCN, las cuales son conocidas por ser los precursores de los aminoacidos.
Sin embargo, el mayor descubrimiento respecto a moléculas orgánicas en el océano de Encélado ocurrió en 2023, en el que investigadores detectaron fósforo en los análisis de las muestras de granos de hielo recuperados por la sonda Cassini, un elemento escaso que no había sido detectado en océanos más allá de la Tierra (Choi, 2025), lo cual, junto a la existencia de las moléculas orgánicas complejas, aumenta significativamente las posibilidades de que exista vida en estos océanos. Choi continua diciendo: “los modelos anteriores de Encélado y otros mundos con océanos helados estaban divididos sobre si estos mares ocultos poseían cantidades significativas de fosfatos disueltos en su interior”.
…Las primeras investigaciones sugirieron que los fosfatos podrían estar atrapados en los núcleos rocosos de estos mundos. Sin embargo, trabajos más recientes insinuaron que los fosfatos también podrían ser abundantes en los océanos.
De los 345 granos de hielo del anillo E de Saturno que Cassini examinó entre 2004 y 2008, los científicos detectaron nueve granos con fosfatos (Choi, 2025).
Los análisis revelaron que el nivel de fosfato observado en los granos presenta concentraciones que van desde 100 hasta 1000 veces más que en océanos terrestres.
Respecto a las condiciones climáticas en Encélado, estudios realizados por Neveu et al. (2020) indican que estas se encuentran entre los parámetros adecuados para albergar vida. Las temperaturas en los océanos de Encélado varían desde los 0°C cerca de la corteza congelada, hasta los 90°C en lugares más profundos cerca del núcleo. Por su parte, las presiones abarcan desde los 0.5 hasta los 600 bar. Si bien las presiones más elevadas podrían dificultar la existencia de organismos complejos, estudios han demostrado que existe un cierto grupo de microorganismos capaces de resistir presiones de más de 1000 bar. Un estudio realizado por Vannier et al. (2015) sobre dos especies de microorganismos, Thermococcus barophilus y Thermococcus kodakarensis, sometió a los microorganismos a diferentes condiciones de presión y temperatura para observar sus comportamientos. Los resultados arrojaron que estos organismos, bajo las condiciones adecuadas, resistieron presiones de hasta 700 bar aproximadamente, lo cual nos da esperanzas de Encélado para ser un mundo adecuado para albergar vida gracias a pesar de sus condiciones de presión.
Por último, pero no menos importante, la acidez del agua también varía entre rangos óptimos para el surgimiento de vida microbiana. De acuerdo con Neveu et al. (2020), el rango de pH en los océanos de Encélado es bastante amplio, variando desde 8 hasta 12, siendo la mejor estimación actual entre 8.5 y 9. Estas condiciones de acidez no solo son cercanamente ideales para la existencia de vida en Encélado, sino que se asemejan a aquellas encontradas en la propia Tierra.
Conclusión
Cada satélite posee sus propias ventajas y desventajas. Podemos concluir que una característica primordial con la que debe contar un planeta o satélite potencialmente habitable es un océano que cubra la mayor parte de su superficie. Sin embargo, esto no asegura que cualquier cuerpo con océanos sea capaz de albergar vida. Factores climáticos y químico-orgánicos también deben ser los adecuados para considerar a un planeta o satélite como candidato.
Como se expuso, actualmente hay una misión activa hacia Europa, la sonda Europa Clipper, la cual se planea que alcance a Europa en 2030. Si bien ya existen misiones dedicadas a investigar a las lunas, desde la Tierra podemos seguir analizando y comparando. De acuerdo con lo presentado en este artículo, parece ser que Encélado es el más prometedor en cuanto a condiciones climáticas y fisicoquímicas se refiere. Europa se encuentra en un punto medio, sin embargo, es el satélite de más fácil acceso (al ser el más cercano a la Tierra), de ahí que se haya decidido explorar como primera opción. Desafortunadamente, Titán, a pesar de tener una química orgánica impresionante, se desconoce mucho de las condiciones de sus océanos. No obstante, Titán cuenta con una ventaja que sus vecinas no, y es que Titán posee una atmósfera única en el sistema solar. La misión Dragonfly buscará muestras biológicas y orgánicas en Titán, y estudiará su atmósfera para tener una mejor comprensión de esta.
————– Bibliografía y fuentes consultadas ————–
- Charles Q. Choi. (2025). Encélado: la luna de Saturno que podría albergar vida | National Geographic. https://www.nationalgeographic.es/espacio/2023/06/encelado-luna-saturno-todo-necesario-vida-extraterrestre
- Coelho, L. F., Blais, M. A., Matveev, A., Keller-Costa, T., Vincent, W. F., Costa, R., Martins, Z., & Canário, J. (2022). Contamination analysis of Arctic ice samples as planetary field analogs and implications for future life-detection missions to Europa and Enceladus. Scientific Reports, 12(1). https://doi.org/10.1038/s41598-022-16370-5
- Coustenis, A. (2016). TITAN’S ORGANIC CHEMISTRY A PLANETARY-SCALE LABORATORY TO STUDY PRIMITIVE EARTH. Mètode Science Studies Journal, (6), 175–181. https://doi.org/10.7203/metode.6.4999
- Dragonfly’s Journey to Titan – NASA. (s/f). Recuperado el 30 de junio de 2025, de https://www.nasa.gov/emd/nepa/dragonflys-journey-to-titan/
- Luisa María Lara López. (2019). Cómo es Titán, el satélite de Saturno que es lo más parecido a la Tierra que existe en el Sistema Solar – BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-48527648
- Lunine, J. I. (2017). Ocean worlds exploration. Acta Astronautica, 131, 123–130. https://doi.org/10.1016/j.actaastro.2016.11.017
- MacKenzie, S. M., Neveu, M., Davila, A. F., Lunine, J. I., Cable, M. L., Phillips-Lander, C. M., Eigenbrode, J. L., Waite, J. H., Craft, K. L., Hofgartner, J. D., McKay, C. P., Glein, C. R., Burton, D., Kounaves, S. P., Mathies, R. A., Vance, S. D., Malaska, M. J., Gold, R., German, C. R., … Heldmann, J. (2022). Science Objectives for Flagship-Class Mission Concepts for the Search for Evidence of Life at Enceladus. Astrobiology, 22(6), 685–712. https://doi.org/10.1089/ast.2020.2425
- NASA. (2023). Europa: Jupiter’s Ocean World | NASA Space Place – NASA Science for Kids. https://spaceplace.nasa.gov/europa/sp/
- Neveu, M., Anbar, A. D., Davila, A. F., Glavin, D. P., MacKenzie, S. M., Phillips-Lander, C. M., Sherwood, B., Takano, Y., Williams, P., & Yano, H. (2020). Returning Samples From Enceladus for Life Detection. Frontiers in Astronomy and Space Sciences, 7. https://doi.org/10.3389/fspas.2020.00026
- Pappalardo, R. T., Buratti, B. J., Korth, H., Senske, D. A., Blaney, D. L., Blankenship, D. D., Burch, J. L., Christensen, P. R., Kempf, S., Kivelson, M. G., Mazarico, E., Retherford, K. D., Turtle, E. P., Westlake, J. H., Paczkowski, B. G., Ray, T. L., Kampmeier, J., Craft, K. L., Howell, S. M., … Niebur, C. (2024). Science Overview of the Europa Clipper Mission. Space Science Reviews, 220(4), 1–58. https://doi.org/10.1007/S11214-024-01070-5
- Vannier, P., Michoud, G., Oger, P., Marteinsson, V. P., & Jebbar, M. (2015). Genome expression of Thermococcus barophilus and Thermococcus kodakarensis in response to different hydrostatic pressure conditions. Research in Microbiology, 166(9). https://doi.org/10.1016/j.resmic.2015.07.006